
Astana: la capital más extraña del mundo
Frenamos tan de golpe que me sacudí en mi asiento. Me debía de haber dormido, no recordaba en que momento había anochecido. El helado aire
Frenamos tan de golpe que me sacudí en mi asiento. Me debía de haber dormido, no recordaba en que momento había anochecido. El helado aire